[Cine]No Way Home: El Regreso de Maguire y Gardfield

Por primera vez en la historia cinematográfica de Spider-Man, nuestro héroe, vecino y amigo es desenmascarado, y por tanto, ya no es capaz de separar su vida normal de los enormes riesgos que conlleva ser un superhéroe. Cuando pide ayuda al Doctor Strange, los riesgos pasan a ser aún más peligrosos, obligándole a descubrir lo que realmente significa ser él. Una película dirigida por Jon Watts con un reparto de actores conformado por Tom Holland, Alfred Molina, Willem DaFoe, y el sorprendente regreso de Tobey Maguire y Andrew Gardfield.

Al contrario de muchos, siempre he dicho que Homecoming fue una buena introducción de Spider-Man al Universo Cinemetografico de Marvel (UCM), y Far From Home una de las peores historias que se ha hecho del trepamuros. Este año la campaña publicitaria de Marvel Studios jugo con nosotros, que si Kang aparecería en Loki, Kingping en Hawkeye, y al final si sucedió. Aquí paso lo mismo, la promesa de los dos Spider-Man que hemos visto en el cine regresar, por especulaciones y filtraciones, olvidando la gente lo que pasó con el Mandarin en Iron Man 3, o más reciente, Quicksilver en WandaVision, dónde dando como resultado una oportunidad desaprovechada. Ya con estas dos razones, No Way Home se convirtió en el filme que menos esperaba, pero que al visionar, a pesar de unos agujeros de guion que evidentemente intentan tapar con nostalgia, al alejarse de la dependencia al UCM, se convierte en una tercera parte muy satisfactoria que deja con ganas de ver más de esta versión del personaje.

Tom Holland regresa como Peter Parker alias Spider-Man. Repito, que Far From Home me pareció un largometraje horrible para el personaje, que lo hizo ver cómo un protagonista sin cerebro casi gemelo de Archie de Riverdale. Para mí sorpresa, estuve completamente de acuerdo con todo lo que hace aquí, cosa que no me pasaba desde su participación en Endgame, terminando como un principal sólido del que queremos ver más lo más pronto posible por su evolución.

Personajes como Michelle, Ned, Tía May y Happy, a diferencia de la última vez que los vimos, tienen una participación decente a tal punto de que conectas con ellos.

Alfred Molina y Willem DaFoe regresan respectivamente como el Doctor Octopus y el Duende Verde que todos conocemos. Aunque uno cumple más el papel de villano que el otro, solo queda decir que lo que hizo bueno a sus personajes lo trasladan aquí y funciona.

Jaime Foxx regresa como Electro, y aunque logra redimir dicho personaje, lo mismo no sucede con el Hombre de Arena y el Lagarto, que fueron dos de los antagonistas que peor fueron tratados. 

Y para terminar de escribir sobre lo peor del largometraje, está Benedict Cumberbatch como Doctor Strange. El Maestro de las Artes Místicas que logro hacerle frente a Dormmamu y Thanos en el pasado, aquí es tratado de una forma patética, convirtiendolo en un agujero de guión viviente.

Antes de cerrar con los personajes, hay que escribir sobre el regreso de Tobey Maguire y Andrew Gardfield como sus respectivas versiones de Spider-Man, que podemos ver qué han crecido cada uno a su manera. Una lastima que por un secretismo que no sirvió de nada, nos perdimos entrevistas con los tres actores que han encarnado al personaje, junto a mercancía que hubiese quedado mejor que la que terminaron por implementar de una forma tan horrible.

En cuanto a los aspectos tecnicos, ambientación, escenografia, y efectos prácticos junto a los especiales, en línea con lo visto en el UCM. Escenas de acción mucho mejor ejecutadas, que las de las dos entregas anteriores. Comedia deficiente que ya es una mala costumbre. Banda sonora cuyas partituras son para no olvidar.

Spider-Man: No Way Home, con una historia que funciona a medias como sus personajes, y aspectos técnicos que en su mayoría cumplen, es una película que supera a la anterior vista y genera emoción por el futuro de este icónico personaje en la ya oficial Spider-Man 4.