[Series] American Gods Temporada 3
Una guerra sin censura entre los Viejos y los Nuevos Dioses en nuestro mundo moderno, crudo y sin censura. Desde la primera temporada de la serie se nos prometía un relato de deidades en una batalla sin cuartel por la adoración de la humanidad, un arco argumental que se estiró tanto que finalmente no cumplió con las espectativas porque dicho momento nunca se siente que haya llegado. Si bien es cierto, que está adaptación literaria tuvo problemas para salir adelante desde el principio, no quita que está tercera y última temporada por su cancelación ni siquiera se haya tomado la molestia de dar una despedida decente. Cómo siempre digo, un final abierto nunca es bueno cuando no estás seguro de si podrás llegar a la conclusión definitiva.
Ricki Whittle regresa como Shadow Moon, el protagonista de esta historia. Increíblemente, en la primera temporada se mostraba como uno de los puntos más flojos de la serie, y eso que se trataba de un personaje que actuaba como alguien nuevo en un mundo completamente diferente al que se conoce, y lo digo por su capacidad interpretativa con las emociones de una piedra. Poco a poco, en la segunda temporada esto mejoro, hasta llegar a la ultima, dónde vemos una evolución gratificante por parte de la actuación de Whittle, incluso el viaje que realiza es interesante, pero su resolución no tiene sentido alguno y narrativamente te desconecta como el protagonista que es.
Ian McShane y Crispin Glover vuelven como el Mr Wednesday y Mr World respectivamente, el primero continúa siendo co-protagonistas con aires antagonicos y el segundo sigue siendo la amenaza principal. La razón por la cual escribo sobre este par de personajes en un solo párrafo no es por su naturaleza de enemistad, si no porque siguen manteniendo lo que los hace especiales, longevidad, sabiduría y sinismo, pero al momento que se le intenta agregar algo diferente a su formula, sea personajes nuevos o cambios de apariencia, no logra ningún efecto.
Emily Browning es Laura Moon, ex esposa de Shadow, difunta y traída a la vida. Fue uno de los elementos más insoportables de la primera temporada, y siguió con esa tendencia para la segunda, mientras que en la tercera, por más que se ve una intención fuerte para que se pueda conectar con ella como personaje, no quita que cuando aparece en escena querramos volver con cualquier otro personaje menos el suyo, incluso arrastrando al secundario de Omid Abtahi como Salim, convirtiéndolo en un personaje tan molesto como el de ella.
Yetide Badaki regresa como Bilquis, la Diosa Devoradora. Teniendo un papel casi antagonico en la primera temporada cuya naturaleza maligna se fue desvaneciendo en la segunda, en esta tercera es una de los personajes más extrañamente tratados. La segunda temporada hizo un trabajo estupendo hablando de los problemas raciales, y hay un momento muy interesante que se le dedica a las minorías en general, pero aquí, sobre todo con el racismo, la forma en que lo tocan se siente tan forzado que no logra ninguna reacción en su ejecución.
Bruce Langley regresa como Technical Boy, el Dios de la Tecnología. Increíblemente, aunque en la primera y segunda temporada tenía un papel antagonico y molesto que si funcionaba, aquí se toman el tiempo para que evolucione de forma narrativa, y no se siente para nada mal, sabemos más sobre su pasado, y lo que podría separar su futuro. Y es aquí donde escribo ¿Acaso no hubo personajes nuevos? Claro que sí, interpretados por buenos actores, pero que no vale la pena si quiera mencionar.
Si hay algo en lo que está serie nunca ha defraudado es en sus aspectos técnicos, la ambientación, escenografia, tanto efectos prácticos como efectos especiales, junto a una banda sonora magistral nos brindan un mundo de dioses de antaño y modernos con influencias psicodelicas que no veremos en otra parte y que no podremos olvidar por las libertades en la censura que se atreven a correr el riesgo.
La tercera temporada de American Gods, al igual que las anteriores nos da una historia que no termina y ahora no terminara de despegar, con una mayoría de personajes que no funcionan, y efectos especiales que siguen dando la talla. Un producto que visualmente se ve bien, pero que al momento de probarlo termina siendo un desprosito.
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